19 de septiembre de 2017

Mi enfermedad crónica IBD. Mama,¿qué es eso?

Hace mucho que no pasaba por aquí, y no porque me haya olvidado de vosotros sino porque muchas cosas han acontecido en mi vida. Tengo un hermanito humano, pero ya os iré poniendo al día en futuras entradas.


Hoy os quiero contar más detalles sobre la IBD en animales. Os preguntaréis que es eso, ¿verdad? Pues se trata de una enfermedad infamatoria intestinal un tanto fastidiosa, similar al crohn. Los primeros síntomas que tuve fueron en 2012, hace casi 5 años que me diagnosticaron esta enfermedad.




Cómo me diagnosticaron la IBD 


Tras pasar un verano con vómitos intermitentes, tuve una crisis en octubre de 2012, con cacas de "mermelada" como llaman y muchos vómitos. Fue horrible y mi mamá no sabía que hacer. Me llevó al hospital donde me hicieron una endoscopia y una biopsia. Fue entonces cuando me la diagnosticaron. 

Fue estresante todo el proceso y mi mama se temía lo peor, pero afortunadamente empecé un tratamiento con corticoides, cambié de pienso, uno hipoalergénico y empecé a tomar probióticos.

Los corticoides fueron unas semanas hasta mejorar, después seguí con el tratamiento de pienso nuevo. 

Poco a poco me fui estabilizando, pero es una enfermedad que requiere de muchos controles y cuidados.

Un diario me ayuda mucho con mi enfermedad 


Mi madre comenzó a elaborar un diario semanal donde cada día anotaba notas que pudieran influir en mi enfermedad para intentar paliar lo que me provocase estrés, evitar que cogiese cualquier comida o incluso los cambios temporales que afectan.

Por lo que os aseguro, que a día de hoy tras casi cinco años es una técnica muy útil para llevar los controles de la enfermedad inflamatoria intestinal. 

En una simple hoja de word se pueden ir anotando los meses, fechas, semanas y de esa forma incluir datos relevantes o hechos que salgan de lo habitual para saber que es lo mejor que me va sentando. 

Aquí se inició mi nuevo cambio de vida, mi mama se preocupa mucho, pero es normal, me adora y yo a ella.

Mi consejo es que todos los papas y mamas de los animales diagnosticados con esta enfermedad tengan un control sobre sus compis, visitando al veterinario, vigilando que se cumple el tratamiento, incluso si os atrevéis os aseguro que os será muy útil llevar un control en un diario. Los veterinarios a los que se los enseña mi mama alucinan de la cantidad de detalles que hay incluidos para manejar mejor esta enfermedad. 




Próximamente os contaré como es vivir con IBD y los mejores cuidados, según mi experiencia, para poder tener una importante calidad de vida. 

Nos vemos pronto amig@s.

Un abrazo. 




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